Carla Vela Periáñez, de 3 ESO B, y Rubén González Cruz, de 4 ESO C, son los ganadores de la edición de este año.

Cristina Arcos fue una profesora del IES Cristóbal de Monroy que dejó una profunda huella entre compañeros y alumnos. Ecologista y feminista en tiempos en los que no era trending topic, Cristina supo transmitir los valores de la igualdad siendo ella misma su principal mensaje. 

El año pasado, desde el equipo de Coeducación se quiso rendir homenaje a su labor celebrando el I Concurso de Microrrelatos Cristina Arcos. La edición de este año ha tenido lugar en torno al 16 de mayo cuando se celebra en todo el mundo el Día Internacional contra la LGTBIfobia. Pensamos que no había mejor fecha que ésta para cerrar la fecha de participación en el concurso que este año versaría, como no podía ser de otro modo, sobre diversidad. 

Conscientes como somos, profesorado y alumnos, de la cantidad de carga de trabajo y estudios que supone el ya próximo final de curso, cuál fue nuestra sorpresa al ver la amplia participación con la que había contado el concurso. Desde aquí, nuestras felicitaciones a todos los participantes y a los profesores que animaron a su alumnado.

Sin embargo, sólo dos podían ser los ganadores. Después de leer y disfrutar cada uno de los relatos, el jurado, compuesto por los miembros del equipo de Coeducación, decidió otorgar el Primer Premio en la categoría A (1º ESO, 2º ESO, 3º ESO) a Carla Vela Periáñez, de 3º ESO B, por su relato Yo mismo; y el correspondiente de la Categoría B (4º ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos) a Rubén González Cruz, de 4º ESO C. 

Vuestra capacidad de comunicación, empatía y reflexión nos han entusiasmado. ¡Enhorabuena, chicos!

Aquí podéis leer los relatos ganadores de esta segunda edición del Concurso de Microrrelatos Cristina Arcos dedicado a la diversidad.

Texto de Carla Vela Periáñez. 3 ESO B

YO MISMO

Hola, esta historia trata sobre mí, me llamo Marcos, tengo 15 años y vivo con mis padres y mi hermana.

Mi historia comienza un día normal, en el instituto, donde empiezo a fijarme en las chicas de mi clase, y que yo quería tener el pelo largo, vestir con ropa más femenina, llevar lazos… Ese día, cuando volví a casa mis padres no estaban y mi hermana tenía inglés, entonces entré al cuarto de madre y mi hermana a probarme sus vestidos, faldas, tacones…

La tarde siguiente hice lo mismo pero mi padre llegó más temprano del trabajo y me vio probarme el vestido que le quité a mi hermana. Me empezó a gritar que era un marica, que los hombres de verdad no se ponen vestidos, que era un fraude… Yo le expliqué a mi padre que era lo que le gustaba, él al principio no estaba convencido, pero me comprendió y apoyó en mi decisión. Pasadas unas horas, llegaron mi madre y mi hermana y les conté que me probé su ropa y que me identificaba más con las mujeres y lo comprendieron al instante, Y al final todos me quisieron como yo era, como yo mismo. 

Texto de Rubén Gonzáles Cruz (4 ESO C)

No me gusta la sociedad en la que vivo donde no puedo estudiar, trabajar y no puedo vivir como yo quiero. Y ¿por qué? Porque desde el primer momento en el que nací no fui como querían que fuese, no nací con piel oscura ni como mujer y por eso debo sufrir. No pienso aceptar algo así. Algún día haré que el mundo cambie a uno más justo.