Con el título de Asalto al Banco Central, el relato del alumno Alberto Pérez Martín ha sido seleccionado ganador de entre los creados por los alumnos y alumnas de varios grupos de primero de la ESO, para la realización de una actividad que tenía como premisa idear una pieza breve literaria con temática matemática.
Su relato, con ingredientes del género negro, integra dos de las operaciones matemáticas aprendidas durante el principio de curso (el mínimo común múltiplo y el máximo común divisor), en las disquisiciones de una banda de ladrones que quieren dar un gran golpe, ayudados por el talento lógico de su cabecilla Mike, que, de forma ingeniosa, aplica la aritmética a la estrategia de la fechoría.
Publicamos aquí su relato al completo y lo felicitamos por haber resuelto, con desenvoltura, una tarea que no siempre produce resultados convincentes: combinar matemáticas y literatura. Os dejamos con su historia.

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ROBO AL BANCO CENTRAL, Alberto Pérez Martín.

La banda de ladrones más famosa de Chicago preparaba su gran golpe al banco más importante de la ciudad, el Banco Central. Les había llegado la noticia de que dos furgones cargados de lingotes de oro serían descargados allí. Mike, el jefe de la banda, sabía que en el primer furgón iban 400 lingotes y en el segundo, 350, y que los lingotes iban guardados en cajas, en el menor número de cajas posibles, para que la descarga fuera más rápida.

-¿Cuántas cajas habrá, jefe? -preguntó Tony-.

-Pues suponiendo que todas las cajas tienen el mismo número de lingotes, habrá que calcular el máximo común divisor de 400 y de 350. Si la cabeza no me falla, es 50.

Efectivamente en cada caja había 50 lingotes de oro, por lo que el primer furgón transportaba ocho cajas y el segundo siete.

-¿Y cómo podremos llegar hasta la caja fuerte? -volvió a preguntar Tony-

-He observado que el guardia 1 tarda 20 minutos en ir y volver del furgón a la caja fuerte, y el guardia 2 tarda 15 minutos. Por lo que habrá que calcular cada cuánto tiempo coinciden ambos guardias fuera de la caja fuerte, es decir, que estarán en el furgón los dos. Esto se averigua calculando el mínimo común múltiplo de los tiempos (20 minutos y 15 minutos), que, si no me equivoco, es 60.

Por tanto, cada 60 minutos los dos guardias estarían en el furgón, fuera de la caja fuerte, y sería el momento en el que entrarían en la caja fuerte para hacerse con el oro.

Continuará…