POEMA XVIII
En la aurora me crezco,
como sol que convierte las gotas de rocío,
en elixir de vida.
Es el alba el secreto
que transforma en origen la incertidumbre
y deviene en costumbre lo que era puro azar.
Cualquier principio es un juego del tiempo,
que conecta un espacio con sucesos fortuitos.
Por eso, abrir los ojos
es una rebelión contra lo adverso,
una declaración de las mejores intenciones,
por mi primero y todos mis compañeros…
Isabel López-Cepero.