Por Blanca I. Piña Muñoz. 

“Vive el momento”, “encuéntrate a ti mismo”, “haz que cada día cuente”, “todo fluye”, etc. son frases inspiradoras que todos hemos escuchado más de una vez. Algunos, nos paramos a pensar en su intrínseco significado, y nos hacemos preguntas como: ¿qué ideales pueden realmente guiarnos en la vida, a la hora de tomar decisiones?, o cuando nos cuestionamos sobre el sentido de nuestra existencia. Por esta misma cuestión, hoy venía a contar uno de los consejos más valiosos que he descubierto y que me gustaría haber conocido antes. 

Pienso que la fisioterapeuta y escritora Sara Matesanz sintetiza muy bien varios aspectos que no debemos olvidar. Así, en uno de sus libros expresa: “Yo siempre digo que la vida es como el Camino de Santiago, y que cada uno realiza su recorrido vital con sus propios acompañantes. Puede que empieces a recorrerlo acompañada o sola, que conozcas gente en las diferentes etapas y que puede que solo te acompañen en uno o varios tramos, o lleguen contigo hasta el final. Con algunos coincidirás en diferentes puntos del camino, y a otros jamás lo volverás a ver. Tal vez hagas etapas sola. O quizá haya alguien con quien empezaste y también lo acabes. Pero lo que debes hacer en todo momento es simplemente disfrutar del camino y de la compañía. Abraza, agradece y recuérdale a tu gente que la quieres. Sé empática y trabaja tu responsabilidad afectiva. Y sobre todo no te pierdas a ti en el camino; por supuesto que tú serás siempre tu mejor persona, y que tu corazón y tu cabeza sean tu guía.”