«La asignatura pendiente y fundamental es bajar la ratio y contar con más recursos humanos»

La palabra pedagogía adorna discursos políticos y centenares de informes para mejorar los sistemas educativos, sin embargo, pocos saben que su origen etimológico nos dirige a la palabra griega paidagogos, cuya traducción literal sería algo así como «el que conduce a los niños». Echar la vista atrás no es nostalgia, sino darle información a nuestro GPS para que nos ayude a navegar con mejores herramientas por un mundo acelerado. En esto tienen mucho que decir los orientadores que trabajan en centros como el nuestro. Por su departamento pasan todo tipo de miembros de la comunidad educativa desde profesores, tutores, hasta alumnos o padres. Para acercarnos a esta realidad, desde este periódico hemos querido entrevistar a Elena Armario, la Jefa del Departamento de Orientación del I.E.S. Cristóbal de Monroy que nos ha abierto las puertas y los ojos ante realidades que a menudo ignoramos.

Elena Armario, Jefa del Departamento de Orientación del I.E.S. Cristóbal de Monroy

1. Aunque cabeza visible por ostentar la jefatura del departamento, en él trabajáis además con el equipo de Pedagogía Terapéutica, ¿no es así?

Exacto, el departamento lo conformamos dos orientadoras, Cristina González del Tell y yo misma; dos profesores de la especialidad de Pedagogía Terapéutica (PT), Fernando García Rolín y Lourdes Romero Jiménez y un profesor de la especialidad de Audición y Lenguaje (AL), José María Romero de los Ángeles.

2. La función que hacéis desde el departamento de orientación tiene múltiples vertientes, para un profano en la materia, ¿cómo describirías las áreas que cubrís desde vuestro departamento?

Cada uno de los miembros del Departamento desempeña las funciones que el Decreto 327/2010, de 13 de julio, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de los Institutos de Educación Secundaria establece. Estas funciones giran en torno a tres ámbitos de actuación  que son:

– La atención a la diversidad: detectando necesidades educativas, asesorando, concretando y desarrollando las medidas y programas de  atención a la diversidad.

– La acción tutorial: asesorando  y apoyando  la acción  tutorial así como a las familias o a los representantes legales del alumnado en los aspectos que afecten a la orientación psicopedagógica del mismo.

– La orientación académica y profesional: asesorando al alumnado sobre las opciones que le ofrece el sistema educativo, con la finalidad de inculcarle la importancia de proseguir estudios para su proyección personal y profesional y si  optara por finalizar sus estudios, proporcionar la orientación profesional sobre el tránsito al mundo laboral.

3. En un centro tan grande como el I.E.S Cristóbal de Monroy esta tarea debe ser ingente, ¿Cómo os organizáis para llegar a tantas personas?

La organización parte de una buena planificación, dejando poco espacio a la improvisación, así, el equipo organiza todas las intervenciones con tiempo suficiente para poder cumplir con nuestra función y los objetivos propuestos. En un centro tan grande como es el nuestro lo ideal trabajar a través de programas o planes que vayan de lo grupal a lo individual, no obstante en el día  a día siempre surgen necesidades que hay que ir solventando sobre la marcha.

En este centro hay unas 60 unidades aproximadamente, distribuidas en enseñanzas de ESO, Bachillerato, Formación Profesional de Grado Medio y Superior y Enseñanzas de Adultos. La Unesco recomienda una ratio de 250 alumnos por orientador/a, en la gran mayoría de centros esta ratio se duplica y triplica y en el nuestro concretamente sube a casi 1000 alumnos/as por orientadora. 

El curso pasado hubo desde la consejería un refuerzo en este departamento a través del Programa PROA+ y desde el mes de marzo y hasta junio pudimos contar con otra orientadora, a tiempo completo, destinada principalmente a atender al alumnado en riesgo de abandono escolar temprano, repetición, absentismo, etc. Aunque este curso también nos han concedido la labor de una orientadora  con el mismo objetivo su presencia se ha visto reducida a un día a la semana.

Es una realidad el hecho de no poder llegar a todos con la profundidad con la que nos gustaría. Puede decirse que se hace lo que se puede, muchas veces por encima de nuestras posibilidades, llevándonos mucho trabajo a casa, sobre todo el “papeleo”, con la consecuente frustración de no poder dedicar más tiempo o no disponer de los recursos necesarios para ayudar al alumnado en sus necesidades tanto personales, educativas, sociales e incluso familiares.

Es muy importante contar con un buen clima de trabajo y colaboración y confianza entre equipo de profesores e ir de la mano y contar con el apoyo de las familias del alumnado.

Por otro lado, es fundamental para la labor del departamento de orientación crear puentes de coordinación con otras instituciones como pueden ser Salud Mental infantil y Juvenil o Servicios Sociales de Zona, Universidades, etc.

4. ¿Cuáles son las ventajas para el alumnado a la hora de estudiar en un centro tan populoso?

Sin duda alguna la oportunidad de conocer, convivir y enriquecerse de una comunidad educativa diversa y plural. El I.E.S. Cristóbal de Monroy ofrece diferentes métodos y estrategías de aprendizaje y una gran variedad de actividades y programas en los que se puede participar activamente.

5. La labor de los tutores como enlaces es fundamental ¿Qué papel juega esta figura en la vida del alumno del siglo XXI? ¿Pensáis que debe reforzarse? ¿Cómo?

No tengo ninguna duda al afirmar que los tutores/as son el pilar fundamental de los centros docentes, encargados de velar por el bienestar integral de sus tutorados, coordinar a los equipos educativos y establecer relaciones con las familias, atendiendo a las demandas de éstas que cada vez son más numerosas y variadas, muchas veces, no solo de carácter escolar. 

Esta función debe reforzarse y debería ser justamente reconocida a partir de incentivos económicos reales, actualmente es meramente simbólico,  o reduciendo el horario lectivo y sobre todo bajando las ratios que actualmente están entre 30 y 35 alumnos por clase.

6. La atención a la diversidad está desde hace años en el centro del debate educativo. ¿Cuáles creéis que han sido los avances a este respecto y cuáles son los aspectos que quedan por mejorar?

Los avances sin duda han sido, en primer lugar la integración y, en segundo lugar, la inclusión en centros ordinarios de todo el alumnado sin distinción alguna y atendiendo a la diversidad funcional. Desde 1990 y con la LOGSE, se empezaron a crear las aulas de apoyo a la integración en centros ordinarios, empezamos a ver a los maestros y maestras de educación especial (posteriormente llamados especialistas en Pedagogía Terapéutica) en los centros tanto de primaria como de secundaria, así como a la figura del orientador/a como plantilla interna de los centros.

La asignatura pendiente y fundamental es bajar la ratio y contar con más recursos humanos para atender realmente a la diversidad de alumnado. Por otro lado, la formación de los futuros profesores/as , desde los centros universitarios en materia de atención a la diversidad sería también un avance importante.

7. Muchas son las noticias que en los últimos meses hablan de cómo la pandemia ha afectado a la salud mental de gran parte de la sociedad, entre ellos los adolescentes. ¿Habéis notado un incremento de consultas en este sentido? ¿De qué forma podemos mejorar la incertidumbre y la angustia que provoca la pandemia?

Desde el curso pasado hemos notado que hay un incremento de problemas de ansiedad, conductas autolesivas en los jóvenes, mucha preocupación en las familias porque ven que sus hijos/as están más vulnerables, susceptibles a las críticas,  más inestables emocionalmente y muestran pérdida de interés por cosas que antes les gustaban o por todo lo relativo al ámbito escolar.

Es normal sentir miedo, ansiedad e incluso frustración ante la pandemia y está bien que reconozcamos estas emociones y no reprimirlas. Por eso es importante hablar de emociones con los alumnos, con compañeros, con los profesores… y en caso de que sea necesario, ponerse en manos de profesionales de la psicología o de la salud mental. 

En este sentido, los expertos recomiendan, para mejorar la salud mental en  los jóvenes, fomentar hábitos saludables como seguir una rutina diaria estructurada; limitar el uso de pantallas (no más de dos horas diarias) y la exposición a noticias sobre la pandemia; pasar más tiempo en la naturaleza; dormir adecuadamente y ayudar a los demás.

8. El grupo de Coeducación lleva a cabo numerosas acciones para visibilizar la desigualdad de género, ¿habéis percibido cambios en este sentido?

A mi parecer los alumnos/as están más sensibilizados y concienciados con la igualdad de género, que hace veinte años. Creo que están más informados en la diversidad de género y en nuestro centro creo que se respira un ambiente de respeto hacia esa diversidad.

9. El abandono escolar es un mantra que persigue al sistema educativo español, ¿qué medidas están resultando más efectivas para frenar esta tendencia?

A mi  entender todo está relacionado con las ratios tan altas que se tienen en la ESO, a mayor número de alumnos, menos atención individualizada. También en este aspecto tienen especial importancia los reforzadores y expectativas familiares en cuanto a estudios académicos, así como el modelo de sociedad actual.

El abandono temprano está relacionado muchas veces en la poca relación que hay entre lo que ofrece el sistema y expectativas de ciertos alumnos una solución podría ser ofrecer Alternativas  a la ESO, como por ejemplo los ciclos de Formación Profesional Básica, los cuales están siendo muy solicitados y cuya oferta es muy reducida.