Vivimos tiempos convulsos marcados por el odio. Día a día observamos una sociedad cada vez más dividida, en la que tristemente nos asaltan palabras y actos de rechazo hacia las mujeres, hacia los hombres, hacia los inmigrantes, hacia la comunidad LGTBI+, hacia otras opciones políticas, otros pensamientos, creencias…
Pero existe una cura a esta situación que tiende a agravarse, una medicina única cuya fórmula magistral es bien conocida:
- 10% de respeto.
- 20% de libertad y tolerancia.
- 25% de buenas maneras y educación.
- 10% de altruismo.
- 35% de amor.
- Delicadeza y cariño al gusto.
Esta fórmula puede encontrarse con facilidad en cualquier ciudad, pueblo o barrio, comercializada bajo el nombre “Igualdad”. ¡Suena bien! Una palabra y ocho letras que guardan miles de mensajes: “Ser diferentes para ser iguales”; “no quiero ser como tú, quiero respetarte y sentir que me respetas”; “eres distinto y me gustas o no me gustas, pero me vales así”…
Miguel Ángel Franco,
Coordinador de Coeducación.
Buenas tardes, no me parece mal el que busquen un objetivo de respeto y es gratificante saber que hay gente que lo busca, no lo niego, pero si de verdad creen que la gente seguirá esta «RECETA» porque lo dicen de una forma muy amable. A ver, no se si me explico; la gente que respeta lo ve bien, pero si lo ponen para la gente que no, no lograran nada ya que eso, para ellos, es una tontearía. Deberían ponerlo mas como un interés; como, por ejemplo, decir que el que respeta es respetado. Solo es una opción que les doy como una ayuda. Un saludo.