Biblioteca

Nuestro “Bibliomóvil” y el aprendizaje fuera del aula

Desde hacía algún tiempo al equipo de biblioteca le rondaba por la cabeza dar un pasito más en su afán por acercar la lectura a nuestro alumnado. ¿Y si los alumnos pudieran disfrutar de la lectura extendiendo nuestra biblioteca al aire libre?

Cuando paseamos por algunas ciudades, encontramos salpicando algunas zonas de sus jardines y plazas unas pequeñas casitas o estanterías en cuyo interior se guardan libros para que los paseantes, si lo desean, hagan una parada, se relajen y disfruten con la lectura de algún libro en esa suerte de locus amoenus. Son las conocidas como biblioplayas, biblioparques, bibliojardines y biblioplazas.

Así nació la idea. Un proyecto que planteamos al departamento de Tecnología, sin cuya implicación hubiera sido imposible hacerlo realidad. Nuestro compañero José Hilario Díaz González, apoyado por miembros de su departamento y por sus alumnos de 1º de Bachillerato de Tecnología Industrial, le dio una vuelta de tuerca y se lanzó a esta aventura. Pero ¿cuál fue nuestra sorpresa? El magnífico diseño que nos presentó. Su entusiasmo, conocimiento e imaginación le ha llevado a crear una casita móvil, como sacada de un cuento, con ventanitas, portezuelas,  cajoncitos, estanterías, luz, decorada con alegres colores pero, sobre todo, realizada con mucho mimo. Una maravilla que nos ha dejado a todos con la boca abierta y que el próximo curso, profesorado y alumnado, podremos disfrutar. El proyecto inicial fue creciendo, al igual que sus posibilidades de uso, por ello, os animamos a convertirlo en un instrumento más de aprendizaje con el que podremos llevar las clases fuera del aula, al aire libre, a un entorno natural que potencie la motivación. Como una suerte de “casita del saber”, podrá albergar libros, pinceles, pinturas, maquetas, partituras y cualquier otro objeto que favorezca el aprendizaje.

El jueves 22 de junio nuestra directora, María Quirós, presentó este proyecto interdisciplinar ya hecho realidad. Fue un acto al que asistió el profesor Hilario acompañado de sus alumnos, quienes deben sentirse muy orgullosos por crear este magnífico producto final que, como decía nuestra directora en el acto de presentación, quedará para futuras generaciones de estudiantes que año tras año lo disfrutarán. El proceso de creación fue interesantísimo y encontró inspiración en diferentes referentes, según nos explicó Hilario:

  • Por un lado, el concepto arquitectónico de “cabaña primitiva”. Hilario se remontó a los orígenes de la arquitectura, nos habló de Vitruvio, del enfoque naturalista y del concepto de mímesis, por el que el arte copia a la naturaleza. La necesidad del hombre de buscar refugio le llevó a construir imitando el entorno natural y así fijó su mirada en los troncos, las ramas y las hojas de los árboles o los nidos de los pájaros, los cuales le sirvieron de modelo en la construcción de chozas en las que guarecerse. Si observamos nuestro “bibliomóvil” y leemos la siguiente cita, comprenderemos la fuente de inspiración a la que Hilario hace referencia:

“… pero para que semejantes techumbres pudieran resistir las lluvias invernales, las remataban en punta y las cubrían con barro para que, merced a los techos inclinados, resbalase el agua”.

De Architectura, Vitruvio

  • Por otro lado, la idea de llevar la cultura, la educación y el aprendizaje fuera de las aulas, a un espacio natural, propiciar nuevas experiencias, despertar y fomentar la curiosidad. En este sentido, Hilario menciona las ideas del pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire, para quien la curiosidad debe ser uno de los motores para fomentar el conocimiento: “… El maestro debe dejar volar libre y creativamente su imaginación, y estimular la de sus alumnos, porque la imaginación ayuda a la curiosidad y la inventiva e impulsa la aventura, sin la cual no crearíamos”.

Para finalizar esta reseña, me gustaría volver la mirada hacia nuestra historia, concretamente a nuestra ciudad, Sevilla, al parque de María Luisa y a sus glorietas, creadas con la intención romántica de entrelazar naturaleza y cultura.

Aunque las primeras referencias sobre el fomento de la cultura en espacios al aire libre nos llevan a algunas ciudades de Estados Unidos como Nueva York o Boston, un dato histórico nos conduce a la ciudad de Sevilla como  antecedente de estas “bibliotecas” en plena naturaleza, ya que muchas de las glorietas del Parque de María Luisa construidas sobre los años 20 fueron creadas con ese fin, por lo que estaban acompañadas de anaqueles en los que se podían depositar libros para su lectura, como los que podemos encontrar en las Glorietas de Bécquer y en la de Cervantes.

Pueden ver la galería de imágenes del proceso de creación de nuestro Bibliomóvil en el siguiente enlace:

https://www.iescristobaldemonroy.es/periodico/nuestro-bibliomovil-y-el-aprendizaje-fuera-del-aula/

Elena Pérez Ornia — Responsable de la Biblioteca