“ALA es un proyecto socioeducativo que pretende dar respuesta a los conflictos que repercuten de una forma directa o indirecta, en la convivencia escolar, acompañando al alumnado en un proceso de transformación resiliente”.
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, a través de las delegaciones de Servicios Sociales y de Educación con la colaboración de la Asociación Albores (formada por profesionales en atención social, educativa, psicológica y sanitaria de la infancia, adolescencia y familia), es referente del derecho a la educación y la prevención del absentismo con el proyecto ‘RAP’, desde 2021. Su responsable Cosette Franco, pedagoga, antropóloga y profesora de la UPO, explica la sigla como R de reflexión y AP de acción personalizada.
La intervención que se ha llevado a cabo en los Institutos Albero, Al-Guadaira y Cristóbal de Monroy, denominada Proyecto ALA, ha consistido en una fase de reconocimiento de la situación en grupos de 2º de la ESO y otra de acompañamiento personalizado, en casos concretos.
El pasado miércoles 22 de junio, alumnado 2ºESO-B, C y F y las tutoras de los grupos asistimos a su clausura, como actividad complementaria. En el acto estuvieron la Sra. Delegada de Asuntos Sociales, que intervino con unas palabras de presentación y valoración, el Delegado de Educación, las directoras de los tres IES y la propia Cossette Franco con su equipo de profesionales.
El programa de actividades preparado para el alumnado asistente se llevó a cabo en el Teatro Gutiérrez de Alba y las inmediaciones del Parque Oromana e incluyó exposiciones de chicos y chicas representantes de cada Centro, desayuno con dinámicas deportivas y un Concierto lúdico-educativo e interactivo, con el que el alumnado disfrutó mucho. Es importante destacar además, la función educativa de los temas de las canciones. Todo fue amenizado por presentadores muy divertidos, con los que colaboró en todo momento la profesional que ha estado trabajando con el alumnado.
Nuestro Instituto presentó un juego rítmico musical con vasos, por parte de varios/as alumnos/as de 2º ESO-F, así como el discurso escrito y expuesto por el alumno de 2º ESO-B, Samuel Sánchez Álvarez, muy valorado por todos los asistentes. Lo incluimos para su lectura.
Discurso sobre nuestra generación en el Instituto
Muy buenas, mi nombre es Samuel Sánchez Álvarez y soy estudiante de 2°ESO-B, en el Instituto Cristóbal de Monroy.
Yo venía a hablaros de un asunto sencillo y básico. No os preocupéis, porque será una chapa más o menos cortita. Mi discurso básicamente trata de: «Nuestra generación en el instituto», un tema que nos toca de cerca, como estudiantes que somos.
Es curioso… cómo cambian los tiempos. Nuestros abuelos, padres y profesores nos recuerdan que antes los tiempos eran difíciles y que tenemos mucha suerte. No les quito mérito desde luego, pero los tiempos cambian siempre (es lo que tiene evolucionar); también será diferente para nuestros hijos. ¡Ojalá lo tengan más fácil que nosotros en el Instituto! Siempre es importante hacer una reflexión sobre el sistema educativo, para hacer una crítica constructiva. Voy a dejaros algunas pinceladas, para pensar…
En referencia a esos cambios de los que hablaba antes, me gustaría reflexionar, por ejemplo, sobre cómo nos relacionamos las personas de nuestra edad en el Instituto. Yo veo como un ecosistema único, donde se forman manadas (y algunas piaras…). Según tus gustos, aficiones, preferencias… ya tienes una etiqueta encima que te atribuyen y te marca para ser incluido o excluido en la élite de los elegidos. Por suerte, cada vez hay más normalización de la diversidad y la diferencia. Sin embargo, hay mucho por hacer para que nos sintamos libres de SER y SENTIR. Como estudiante y persona de gustos poco “comunes”, debo aclarar algo obvio: que tus gustos sean originales, no significa que sean malos, porque eso es precisamente lo que nos hace más humanos: la variedad, la riqueza de la diversidad.
También tenemos «esa edad» de no saber ver venir los problemas y no ser conscientes del todo de nuestras responsabilidades y no es que os vaya hacer cambiar solo el discurso de un estudiante, pero aún estamos a tiempo de mirar al horizonte y pensar: ¿Qué quiero para mi vida?, ¿es correcto lo que hago o contraproducente?. Fue el Filósofo Sócrates quien dijo: «Los jóvenes de hoy en día son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida y le faltan el respeto a sus maestros» . Gracias a esta cita, podemos observar que el pensamiento que os transmito no es nuevo, pues perfectamente son palabras que podría decir cualquier persona mayor de hoy día.
Tenemos que admitir que las personas jóvenes somos difíciles de comprender y enseñar, entre otras cosas porque estamos aún en desarrollo; no obstante, esta realidad puede convertirse en un reto para el profesorado, pues superado ese obstáculo generacional, el resultado es magnífico: el aprendizaje de verdad, en equipo.
La juventud no es sinónimo de perfección, está claro, pero nos esforzarnos por lo que nos interesa, por aquello en lo que creemos, por conseguir nuestros objetivos. Solo nos hace falta un poco de color, de entretenimiento, una buena dosis de estímulos, de docere et delectare (para que nos guste aprender).
Al fin y al cabo, esta es una etapa de la vida, complicada, pero no imposible de sobrevivir a ella; al contrario, es muy necesaria para creer en nosotros mismos y crear nuestro futuro.
Esto ha sido todo… muchísimas gracias por la atención.
Es importante dejar constancia de que esta intervención de nuestro alumno se ha incardinado perfectamente al mensaje que el proyecto transmite: el adolescente en toda su diversidad merece nuestra dedicación; de hecho, incluso una de las canciones hacía referencia también a la riqueza de la diferencia. Ha sido muy educativo.
Más allá del evento, sello especial al recurso del que nos hemos beneficiado este curso, ha sido una experiencia muy gratificante comprobar que la interacción de todos los sectores sociales, trabajando por el objetivo común del derecho a la educación, repercute positivamente si se hace en primera línea.
Concluimos, por tanto, con una valoración satisfactoria de lo que “nos ha dado ALA” y de lo que esperamos que siga construyendo: acción, reacción, repercusión.
Las tutoras, Elena Pérez Ornia e Isabel López-Cepero Salud.