En clase de 1º de Bachillerato D, he propuesto esta tarea: «Inventa un relato en el que repases la literatura estudiada este curso». Aquí de puede leers el creado por la alumna Elisa Sanabria Díaz.

VIAJE LITERARIO

Olivia se encontraba dentro de la máquina del tiempo. Debía viajar al pasado para matar a alguien que estaba cambiando eventos de la historia; específicamente, estaba tratando de salvar a Federico García Lorca, algo que alteraría el presente que ya conocemos.

– ¡Thomas, llévame al año 1936! -dijo Elisa terminándose de colocar todo lo necesario para el viaje. 

– ¡Comunicaciones abiertas! ¡Tres, dos, uno! ¡Ya! -exclamó Thomas, activando la máquina; pero justo en ese momento, se dio cuenta de que se le había olvidado poner el año. -¡No, no, no! ¡Olivia, sal de la máquina! -gritó.

A pesar de todos sus esfuerzos, Thomas no pudo detener a Olivia, la cual se encontraba viajando sin rumbo.

Olivia, nada más llegar al lugar del pasado al que había viajado, se dio cuenta de que algo andaba mal. Se encontraba en una habitación con decoración medieval, además de que era incapaz de entender lo que decían las personas que se encontraban frente a ella.

– ¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció? -dijo un hombre, al que Olivia rápidamente reconoció.

La mujer estaba presente en una de las escenas más míticas del Cantar de Mío Cid, concretamente en aquella donde el protagonista se enfrentaba a un león. Fue en ese momento, en el que se escondió y se comunicó con Thomas.

– ¿Por qué me has enviado a la Edad Media? Te dije perfectamente a donde me tenías que mandar -susurró Olivia, para no ser escuchada por los hombres que se encontraban en el lugar.

– No te preocupes que ya lo he arreglado -dijo Thomas- Pero para poder llegar al año 1936, vas a tener que realizar varios saltos en momentos del pasado, porque si no morirías. 

– Lo que sea, pero ¡sácame de aquí ya! -exclamó Olivia.

Nada más terminar de hablar, Olivia fue enviada a otro momento anterior a 1936; esta vez viajó al siglo XVII, a un campo lleno de molinos.

– ¡Thomas! ¡No me digas que has enviado a Don Quijote de la Mancha! Sabes que odio esa obra -exclamó Olivia.

– Era para ver si apreciabas por fin esta gran novela, una de las más importantes de la historia -dijo Thomas.

En ese momento, la protagonista observó como un hombre montado a caballo se enfrentaba a unos molinos. 

– ¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete! -exclamó don Quijote.

Antes de que terminara la escena, Olivia volvió a ser enviada a otra época de la historia, pero aún así, seguía sin ser el año 1936, donde debería estar nuestra protagonista.

– ¿Puedes, por favor, trasladarme ya a salvar a Lorca? -gritó Olivia- ¡Lo estás haciendo para reírte de mí!

– Es que me gustan tus reacciones -dijo Thomas- Ahora te he enviado a la obra de Fortunata y Jacinta, que sé que te encantan las obras del Realismo.

– ¡Me encantan las historias de amor! -suspiró Olivia. Déjame aquí todo el tiempo que quieras, para poder conocer a Jacinta en persona.

Fue en ese momento en el que Thomas volvió a enviar a Olivia a otro lugar, ya por fin, el año 1936, donde debería de estar desde el principio.

– ¡Déjame disfrutar! – pidió Olivia.

– Me encanta hacerte enojar -dijo Thomas. Haz ya tu trabajo y salva a Lorca…