Segunda de nuestra serie de entrevistas a cinco profesores y profesoras de nuestro IES, que, de alguna forma, han servido de inspiración al alumnado. Ellos mismos, los alumnos y alumnas del refuerzo de lengua de 4º ESO, formado por un grupo procedente de 4º ESO A y una alumna de 4º ESO B, son los que han elegido a estos docentes. Han charlado con ellos y a cada uno les han realizado las mismas cinco preguntas, también elegidas por el alumnado. Esperamos que estas entrevistas sirvan para que los podáis conocer aún mejor, y, que logren tantos lectores que tengamos que seguir persiguiendo por los pasillos a otros profesores para nuevas entrevistas.

Entrevista II: Isabel López-Cepero Salud

Realizada por Cristina Jiménez Jiménez y Mario García Sánchez

En este caso, nuestra querida profesora Isabel ha sido elegida por su gran humanidad, su profesionalidad, su empatía con el alumnado y su infinita paciencia. Nació en Burgos. Aunque toda su familia es andaluza, de Sevilla y Jerez. Pero ella nació allí porque su padre era Policía y en los años 60 y 70, muchos eran destinados al País Vasco, como refuerzo contra ETA (una banda terrorista que, afortunadamente, los alumnos no habéis conocido). Como le daba miedo que su madre embaraza y su hermana de dos años viviesen en los cuarteles con las otras familias de sus compañeros, porque solía haber atentados, se quedaron en Burgos, una ciudad cercana donde vivía un amigo y compañero; su padre les visitaba allí, cuando podía. Cuando ella iba a cumplir los tres años se volvieron a Sevilla y con seis llegó a Alcalá. Y aquí sigue.

Estudió secundaria en este Instituto (sonríe orgullosa). Entonces se llamaba B.U.P. y eran tres años (lo que ahora serían 3º, 4º de ESO y 1º de Bachillerato), más otro año C.O.U (hoy día 2º de Bachillerato), donde se preparaba para la Selectividad; hoy son las pruebas de acceso para estudiar la carrera. Empezó a estudiar la carrera en el curso 87-88 y terminó cinco años después, en el 92. Luego tuvo que hacer el C.A.P., para poder prepararse las oposiciones, que no salieron hasta el 94; aprobó, pero sin plaza, y entró en la Bolsa de Sustituciones, que se abrió en noviembre de 1994. Eso son 27 años (lo dice con cara de susto). Aparte de sus cuatro años como estudiante, ha estado en el Monroy en tres ocasiones: unos meses del curso 96-97, dos cursos desde 2008 a 2010, haciendo las Prácticas y, desde 2018, ha vuelto con plaza definitiva (se le ve feliz), pues afirma que aquí se quiere jubilar.

Pregunta 1. ¿Qué te inspiró para ser profesora?

Isabel: Primero empezó mi amor a

los libros y luego descubrí que quería transmitirlo. En el cole, me gustaba explicar a los compañeros, durante mi época de Instituto y Facultad di clases particulares… Mientras estudiaba la carrera el entusiasmo por el mundo de la palabra crecía. Todo ese proceso me llevó a la necesidad de enseñar, de hacer llegar las herramientas de la comunicación y la belleza de los textos literarios. Quería compartirlo. Mis materias preferidas eran Literatura y Lengua. Estudiaba todas las asignaturas con interés, pero esas eran mi pasión; y lo son, claro. Cuando era estudiante, mis aficiones eran leer, escribir y la música; quería aprender a tocar el piano y me hubiera encantado saber cantar. Pero lo que realmente me inspiró y me inspira para ser profesora es contagiar mi entusiasmo por la capacidad de comunicarse mediante la palabra. Hoy día me inspira el alumnado, porque sois tesoros que cuidar. Es una gran responsabilidad y se cometen errores, pero me parece tan importante colaborar en vuestra educación, como incipientes personillas que sois. De hecho, la labor como tutora es muy gratificante para mí; evito pensar en toda la carga burocrática que conlleva y los problemillas que supone y me quedo con alumnos y alumnas que he tenido, para los que he sido alguien importante en un momento de sus vidas. 

Pregunta 2: ¿Si no hubieras sido profesora qué te habría gustado ser?

Isabel: (Piensa un poco.) Pues eso lo he pensado después, nunca me planteé otra opción. Hubiera sido Bibliotecaria, sin duda. ¿Dónde estaría mejor que entre libros?

Pregunta 3: ¿Qué piensas que debe tener una persona para triunfar en la vida?

Isabel: ¿Triunfar? (dice que no le gusta la palabra). La voy a tomar en el sentido de qué necesitas para

sentirte satisfecha. Yo creo que estar conforme contigo misma, aceptarte como eres, aunque intentes cada año mejorar, por supuesto.

Pregunta 4: ¿Qué aficiones tienes?

Isabel: Leer, escribir, conversar, pasear, escuchar música, ir al teatro, viajar; aunque ya hace siglos que no voy lejos…

Pregunta 5: ¿En algún momento te has arrepentido de ser profesora?

Isabel: Nunca. No me gustan algunas tareas impuestas desde hace unos años a esta profesión: todo el papeleo administrativo. Pero ninguna de esas cosas pertenece a esta labor de educadora, en la que yo creo, así que sigo amando el oficio. Se me da bien olvidar los malos momentos.

Para terminar nuestra entrevista estamos solicitando a los docentes que nos cuenten alguna anécdota curiosa, relacionada con su profesión.

Isabel: Alguna divertida es que en esos primeros años, tan joven, llegué a tener alumnos y alumnas mayores que yo; y con lo bajita y menuda que soy hasta los compañeros profesores me confundían con una alumna. Pues, fijaos que para convencer a los alumnos más desganados de que tenían que hacer las tareas les decía: “hacemos un pulso y si te gano me echas cuenta y te pones a trabajar”… y me funcionaba. ¡Ja, ja, ja!

(Sigue) La más entrañable es que en el primer año de profesión sustituí a mi profesor de Literatura del Instituto (este mismo como ya sabéis), al que admiraba y me inspiraba el amor a los libros, don Antonio Medina de Haro, que da nombre como sabréis al Certamen de Relatos del Monroy. Por cierto, os animo a participar.

Se despide dándonos las gracias por haberla entrevistado y dice: ¡Todo un honor!