Cada 12 de mayo se celebra el día escolar de las Matemáticas en España. La efeméride es coincidente con el nacimiento de Pedro Puig Adam, de 1900, quien es considerado el padre de la didáctica de las matemáticas en nuestro país. Para conocer sus aportaciones a este campo, es de interés indicar algunos de sus principales mandamientos pedagógicos:

  • No adoptar una didáctica rígida, sino amoldarla en clase a cada caso al alumno, observándolo constantemente.
  • No olvidar el origen concreto de la Matemática, ni los procesos históricos de su evolución.
  • Presentar la Matemática como una unidad en relación con la vida natural y social.
  • Graduar cuidadosamente los planos de abstracción.
  • Enseñar guiando la actividad creadora y descubridora del alumno.

Dichos principios siguen, en su mayoría, vigentes en la actualidad. Conformaríamos un decálogo pedagógico si cabe más actual si introdujéramos el juego como elemento didáctico. El préstamo y neologismo que se emplea en el ámbito didáctico es el de gamificación. En la actualidad, es una realidad irrefutable el hecho de que aprendemos mejor jugando. Bajo esta premisa se celebró la efeméride en nuestro centro los pasados días 12 y 13 de mayo.

El evento estuvo organizado por el departamento de matemáticas del IES Cristóbal de Monroy que, con la ayuda y colaboración de todos los grupos de primer curso, prepararon una serie de juegos de lógica y matemáticas para ser jugados por otros grupos invitados. Estos grupos fueron, por un lado, estudiantes de sexto de primaria de los CEIP adscritos al centro y, por otro, grupos de segundo de la ESO de nuestro propio centro.

Los juegos preparados fueron, en su base, seis. Entre ellos, cabe mencionar el llamado «Batalla de genios», un juego competitivo en que dos jugadores deben colmatar una cuadrícula con piezas de tetris, habiendo previamente condicionado el tablero mediante la inserción de otras fichas-obstáculo. Tanto éste, como los demás («sumas cruzadas», «el tablero», «mapas de 4 colores», «torres de Hanoi», «Tangram»), incitaron la curiosidad y pusieron a prueba el ingenio de los participantes. En ocasiones, resultó sorprendente comprobar la habilidad de algunos jóvenes jugadores, que conseguían resolver las pruebas muy rápidamente, o a través de soluciones creativas.

Tras dos jornadas de intensa participación, la sensación general fue positiva y se pasó un buen rato. Los representantes de los colegios invitados se fueron muy agradecidos. El objetivo es repetir el evento en futuras ediciones.