• Inauguramos hoy esta serie de entrevistas a cinco profesores y profesoras de nuestro IES, que, de alguna forma, han servido de inspiración al alumnado. Ellos mismos, los alumnos y alumnas del refuerzo de lengua de 4º ESO, formado por un grupo procedente de 4º ESO A y una alumna de 4º ESO B, son los que han elegido a estos docentes. Han charlado con ellos y a cada uno les han realizado las mismas cinco preguntas, también elegidas por el alumnado. Esperamos que estas entrevistas sirvan para que los podáis conocer aún mejor, y, que logren tantos lectores que tengamos que seguir persiguiendo por los pasillos a otros profesores para nuevas entrevistas.

Entrevista 1: Manuel Salido López

Realizada por Nazareth Ballesteros Hurtado, María Auxiliadora Jiménez y Óscar Sánchez Jaime

Nuestro querido profesor Manuel ha sido elegido por su humanidad, su paciencia y su capacidad de comunicación. Nació en Alicante. Aprobó las oposiciones con 23 años, empezó con 25, recién cumplidos, a trabajar como profesor. Luego, tuvo un parón, porque se fue a trabajar a una editorial y luego volvió. En la profesión ha hecho ya los  veinticuatro años. Cuando se le pregunta que cuánto lleva en el IES Cristóbal de Monroy, dice que se pierde, no sabe si catorce o quince años. Siempre le gustó mucho la historia, porque está muy ligada a la literatura, y dice que le gustaron también mucho la filosofía y la historia del arte, porque tuvo unos profesores maravillosos. Cuando tuvo que decidir sus estudios universitarios estuvo indeciso entre historia y filología. 

Pregunta 1. ¿Qué te inspiró para ser profesor?

Manuel: Tampoco hay un momento decisivo, fundamental. Siempre tuve claro que quería trabajar con gente. Eso sí lo tenía claro desde que estaba estudiando la carrera. Hay gente que empieza la carrera sabiendo lo que quiere hacer después y yo sabía qué quería estudiar, pero no sabía qué iba a hacer después. Después, haciendo las prácticas de un curso que hay que hacer para acceder a ser profesor, pues me gustó mucho el ambiente del instituto y dar clases, aunque fueran solo las prácticas. Ya luego trabajando en una editorial, tenía que ir a colegios e institutos a entrevistarme con profesores, porque era representante de libros de textos. Entonces, me gustaba también mucho el ambiente de los institutos y, en realidad, lo que me planteé es que quería ser el entrevistado, no el que iba allí a entrevistar a los profesores. Eso me gustó mucho y, como me gustaba trabajar con gente, pues se juntaron las dos cosas y una cosa llevó a la otra. 

Pregunta 2: ¿Si no hubieras sido profesor qué te habría gustado ser?

Manuel: Pues mira, empecé derecho, porque me gustaban mucho las series de abogados. Aunque el derecho en España no es como se ve en las series norteamericanas, hubiera sido

abogado. Y dentro del derecho, me gustaba mucho la carrera diplomática. Me habría encantado andar dando vueltas por las embajadas. Me llamaba mucho la atención.

Pregunta 3: ¿Qué piensas que debe tener una persona para triunfar en la vida?

Manuel: Para triunfar profesionalmente, me imagino… Será así… Hombre, como persona, tienes que ser buena persona. Después, para triunfar en lo tuyo, habría que definir qué es triunfar. Yo creo que triunfar pasa por disfrutar lo que tú haces. Lo que es casi obligado es que a lo que te dediques, te guste. Eso es fundamental. Y que siempre estés renovándote, que no te quedes ahí parado. Que todos los años sean distintos, si lo puedes conseguir, mejor. Y aprender, siempre estar aprendiendo. Y una cualidad que siempre digo es seguridad, seguridad en lo que haces. No te tienes que cuestionar lo que estás haciendo. En todo caso, cuestionarte cómo lo puedes hacer mejor, pero tienes que tener seguridad en lo que haces. Si haces todo eso, yo creo que te va a ir bien. Ahora que todo eso sea triunfar… Bueno, yo creo que sí.

Pregunta 4: ¿Qué aficiones tienes?

Manuel: Tengo un montón. Menos mal que me preguntas por las aficiones y no por los vicios (ríe). Una muy obvia: desde chico siempre me ha gustado mucho leer, esa es una, y escribir también me gusta. Me gustan mucho los deportes, me gusta verlos y practicarlos. Me gusta mucho el fútbol, me gusta mucho el atletismo, me gusta mucho el tenis. Como me gusta mucho la gente y estar con gente, me gusta mucho salir, me gusta mucho la calle. La calle, en el sentido positivo, no soy un perro callejero, pero me gusta estar con gente, porque lo que más me gusta quizás sea hablar y escuchar. Entonces, me encanta. Esas son mis aficiones. El mejor día es cuando me llevo a mi casa una frase amable, una conversación curiosa, inteligente. Si encima lo remato, porque me está gustando un libro… También me gusta mucho ver series… Por ejemplo, útilmente veo muchas series, pero es que me gusta casi todo.

Pregunta 5: ¿En algún momento te has arrepentido de ser profesor?

Manuel: No, que va. Al revés, con los años cada vez me ha ido gustando más. Hay años muy buenos, otros no son tan significativos, pero jamás me he replanteado mi profesión (se oye una voz, “permiso”, alguien interrumpe la entrevista, Manuel ríe…).

Para terminar nuestra entrevista estamos solicitando a los docentes que nos cuenten alguna anécdota curiosa, relacionada con su profesión.

Manuel: Me han pasado muchas cosas, pero no sé si son anécdotas, la verdad, no tengo ni idea. Bueno, mira, voy a deciros dos, porque esto a veces lo he dicho. A mí cuando me preguntaban que cómo estaba aquí, que por qué había empezado a ser profesor y tal. Yo siempre lo decía en clave de broma, pero en realidad es así. Yo empecé en esta profesión por un grano en el culo. Así de claro. Porque a mí me llamaron para sustituir a un profesor, la primera vez, de un pueblo de Castilla, que yo no sabía ni dónde estaba. Era un pueblo de Castilla La Mancha, de Ciudad Real. Me llamaron para sustituir a una profesora, era una profesora, que se operaba de una fístula, y una fístula es un grano en el culo. Y así empecé. Yo estaba en mi casa, a ver qué salía por ahí, buscándome un poco la vida y me llamaron por teléfono para decirme que si iba para allá, que tenía una sustitución de quince días. Esa es una. Luego, ese mismo año, que es cuando yo empecé, estuve en un pueblo muy bonito, en el que murió Quevedo, el instituto se llamaba Quevedo. Yo empecé muy joven, además tenía un aspecto muy aniñado. No sé si será por eso, pero la primera vez que entré en ese instituto por la sala de profesores, me querían echar, porque me decían que los alumnos no podían estar en la sala de profesores (esto le ha pasado a más de uno…). Tuve que explicar que venía de fuera, que era el profesor nuevo de lengua, que venía para sustituir y me pasó eso. Luego me han pasado muchas cosas. Como he dado clases en adultos, por la mañana, por la noche, a la ESO, a PMAR… Pero si se me ocurre algo más, os lo digo. ¿Qué más queréis preguntar?